sábado, 7 de octubre de 2017

La bestia de Gévaudan

La bestia de Gévaudan es otro fascinante caso registrado por la criptozoología. Es una monstruosidad, tipo lobo-perro, que se menciona tiene el tamaño de un caballo y es devoradora de humanos, la cual habitó la región de Gévaudan, ubicada actualmente en el departamento francés de Lozère, en el sur de Francia, entre 1764 y 1767.

Es un periodo demasiado breve para una historia, pero fue muy famosa en la región en su momento. Las personas tenían demasiado miedo de salir a las calles por las noches ya que la bestia podría aparecerse hambrienta por allí. 

El número de víctimas difiere según las fuentes. En 1987, un estudio estimó hubo 210 ataques, resultando en 113 muertes y 49 heridos, dándose cuenta que 98 de las víctimas habían sido parcialmente devoradas.​ Sin embargo, otras fuentes afirman que las víctimas que fallecieron fueron entre 60 y 100 adultos y niños, así como más de 30 heridos. 

Las víctimas eran usualmente encontradas con sus gargantas destrozadas. La Bestia de Gévaudan superó rápidamente a todas las noticias de la época, al punto de que el Reino de Francia utilizó una cantidad considerable de mano de obra y dinero para cazar al animal, convocando la movilización de tropas reales, nobles, soldados y cazarrecompensas. 

Los lugareños creían que era un hombre lobo,mas específicamente un hechicero que podía cambiar de forma, convirtiéndose en un monstruoso depredador y alimentarse de carne humana. Lo dotaron inclusive de resistencia a las balas.
Forma supuesta

Las descripciones la mencionan como un cánido pero algunas características variaban, principalmente el color de la piel. Hay incluso un modelo de como podría ser la bestia según los testimonios de lugareños.

  • Tamaño de caballo
  • Aspecto como de un oso, lobo, hiena y pantera a la vez. 
  • Hocico largo de lobo o cerdo con dientes grandes. 
  • Orejas pequeñas y redondas
  • Cuello largo y fuerte. 
  • Cola como de un felino, muy fuerte y que era un arma que golpea a hombres y animales.
  • Patas difícil de describir pues algunos dicen que tenía pezuñas y otros que tenía garras.
Ante los fracasos por atrapar a la bestia, el rey mandó al arcabucero real para que cazara a la bestia. Él fue François Antoine, realizando varias cacerías, convencido de que era sólo un lobo de gran tamaño. Durante una de estas cacerías mató un gran lobo, y varios testigos declararon que era la bestia. Fue llevado al pueblo para que el médico lo disecase y así poder llevarlo a París para presentárselo al rey. En el viaje a causa del calor reinante el animal llegó en estado avanzado de putrefacción. 

Al final solamente los huesos se salvaron y fueron expuestos en el museo de parís donde se perdieron a causa de un incendio. Oficialmente la bestia estaba muerta, o al menos para el gobierno de Francia.

Científicos ingleses concluyeron que la bestia era un cruce entre un tigre y una hiena. Para los aldeanos era un demonio, y para el zoólogo François Jullien que estudió los datos del animal, llegó a la conclusión de que era una hiena rayada. Suena bastante incoherente de pronto, pero eso es lo que se ha dicho.

Finalmente, existieron teorías, que si era una plaga enviada por Dios, que eran uno o más lobos, tal vez un sádico loco o algún otro tipo de intervención humana o complot. 

En fin, quedó en la historia y es un críptido bastante interesante para haber causado tanto revuelo en tan sólo 3 años.

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