jueves, 17 de septiembre de 2015

Preciados Rituales Personales

Momentos del día que por nada del mundo entero cambiarías, ni por tener un blog así de chido o ser pareja del ganador al oscar. Momentos en que acabas de conocerte a ti y sólo a ti, que filosofas, que te relajas, que abres tu mente y que no siempre se enlistan pero en esta ocasión lo hice para recordar lo valiosos que son. Merecen un homenaje.


COMER SOLO
Comer solo es de esas cosas que es probable que no vivas a diario pero que, sin duda, se disfruta tanto que cuando pasa hasta sabe
mejor la comida la mayoría de las veces. Es de eso que encanta por sí solo, descubres bien los sabores de lo que estás comiendo y degustas el momento de principio a fin sin nada más que tu mente viajando por el cosmos y tu paladar y lengua haciendo lo suyo.
Suena tan poético, lo sé.
Comer tacos recalentados la noche que no saliste en tu departamento nunca había sonado tan profundo.

No sólo aplica para los navegadores del mundo como uno *cof estudiante foráneo semiurbano cof*, incluso cuando tus familia no está y decides preparar algo por tu cuenta es muy muy rico comer en privado y en silencio, o con música que relaje. Es buena meditación, y me he dado cuenta que funciona más en la noche.

De hecho estoy solo ahora escribiendo esto oyendo un buen blues después de cenar, por eso me doy el gusto en esta parte, ooooh sí.

BAÑARTE SIN PRISAS
Tomar una ducha sin pensar en que debes llegar a alguna parte, dormirte temprano o el 'montonal' de agua que estás derrochando es una cosa preciosa.
Es filosofía pura, poesía materializada.

Cada tallada que te das la puedes usar para saber donde tienes un lunar o te creció más pelo. Te conoces.

 Conocer el cuerpo es una cosa muy saludable y realmente ayuda a la salud y al bienestar propio. Si tienes una ventana en tu baño en la parte de la regadera, que es lo más común...aferrándome de nuevo, en la noche es aún mejor. Puedes asomarte y espiar o qué sé yo, ahí nadie te ve y puedes ser quien realmente eres.

VIAJAR SOLO
 En especial por carretera, aquí hay dos versiones.

    Conducir: esto puede ser una pereza para algunos pero es una terapia para otros. Pensar, escuchar tu amada música, detenerte en donde desees. Incluso ir a la velocidad que a ti se te antoje *OJO: CONDUCE CON RESPONSABILIDAD*
En la carretera nadie te molesta, eres tú uno mismo con el paisaje.

    Autobús: este me encanta, elegir ventana es de lo mejor y en especial cuando nadie se sienta a un lado. Esa sensación de sentir que vas en un sitio privado y personal dónde pensar y hacer absolutamente nada más que tus necesidades corporales es de lo mejor, ni siquiera debes conducir. Definitivamente la ventana del autobús es la madre de muchos pensamientos grandes.


VER TELEVISIÓN SOLO
Poderte reír como quieras y comentar la película o programa en voz alta a ti mismo(a) es como sentirte en el mejor ambiente del mundo. Lo que te parece gracioso, literalmente, le parece gracioso a todos los de la sala.


Algo parecido es ir al cine solo, una vez casi me toca la sala sólo para mí y fue un éxtasis todo el rato de la pelícua, la neta.

Es un entretenimiento genial pues nadie te interrumpe y no haces nada que te haga sentir en soledad. Sólo te encuentras ahí, existiendo.

IR AL BAÑO
Sentarte en el retrete es sentarte en la piedra de "El Pensador" de Auguste Rodin. Contemplar la pared que tienes en frente y la puerta y...bueno, lo que sea que haya en tu baño y nada más que eso. Nadie se atreve a meterse a estar ahí de intruso porque...bueno ya sabes.
Durar ahí lo que gustes es genial pues es un sitio para pensar cuando no estás con la necedad moderna del celular. De hecho es uno de los sitios dónde más ideas grandes se han venido a la mente de grandes autores o genios. Es también el sitio donde llegó a mi mente dedicar este post. Sin duda, estar en el baño es un gran momento del día.



¿Hay algún otro ritual privado que disfrutes hacer?  

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