sábado, 17 de julio de 2010

Tan malas como las películas de los camiones.

A la mayoría de la gente le gusta viajar, a otros nos apasiona. Por aire, agua o tierra es un placer visitar lugares que no conoces o que por algún motivo tienes una conexión con ese punto específico de la tierra.

Viajar por carretera en lo personal me atrae mucho, sobre todo cuando tengo el volante en mis manos. Disfrutar de las carreteras panorámicas del país es una tradición que se me trasmitió mi papá que desde pequeño me tocaba acompañarlo a cientos de lugares del estado, visitar misiones o escombros que tienen un toque mágico de historia pero que pocos saben de su valor en nuestra sociedad.

Cuando el viajar es imperante y no puedo conducir, la opción más viable (por su facilidad, costo y destinos) es el camión de pasajeros. El escuchar o leer, en este caso, sobre los camiones te llega el recuerdo de ese tan único olor que expide el rey de los caminos. Ese fastidioso desodorante que al camionero tanto le gusta pero que a la gente común le causa un desagrado tal que a algunos de ellos le ocasionan nauseas que por más métodos caseros no se les puede quitar.

Ya te acostumbraste a tan apestoso desodorante y es tiempo de relajarse en los cómodos sillones reclinables y si te toca solo tienes la gran oportunidad de acomodarte en tus anchas y descansar mucho mejor. SI te toca ir acompañado, pide a dios que sea alguien conocido. El movimiento con tambaleante hace que la cabeza se sacuda de un lado a otro, lo que puede ocasionar que acabes recargado en alguien que no conoces y con más pena que ya no vuelves a cerrar el ojo.
Después de esta pequeña introducción (sarcasmo obvio), llego al punto que quiero tocar y que nadie me va a dejar mentir. ¿Qué pedo con las películas que pasan durante el viaje? Sean cual sea el camión, Omnibus, Chihuahuense, Estrella Blanca, etc. Las películas que pasan son el placer culposo de todos los viajantes.

Son películas que jamás iría a ver al cine, aunque en algunos casos estoy convencido que nunca salieron, películas de bajo presupuesto y en todos los casos traducidas. Joyas de nuestro cine nacional: Todas las de Lola la trailera, bastante de los hermanos Almada, la tan afamada y gustada “Comando Zorras” son la delicias de los que volteamos a ver las diminutas pantallas. A nivel Hollywood son en su mayoría las grandes producciones de suspenso de 10 pesos o de acción que al pueblo tanto le gusta.

Acabo de ver una película que no le entendí, entre el mal sonido y la mala muy trama, pero no puedo negar que la vi toda, y que tire la primera piedra quien no halla disfrutado una pelicula de esas.

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