
El virus, según se reveló años más tarde, en realidad era un prion, una partícula subviral, y de ahí que fuera capaz de perjudicar a nivel genético como el agente infeccioso que provoca el Mal de las Vacas Locas y otras enfermedades similares. Un mutante infectado mostraba síntomas de neumonía y ocasionalmente erupciones en la piel en forma de costras. Mientras su estructura genética se degeneraba, sus poderes se sobreincrementaban, causando un desgaste físico tras el cual moría literalmente de cansancio, o consumido por sus propios poderes. El primer afectado fue Gordon Lefferts, entonces genetista al servicio de Mr. Sinister, en X-Force # 18. Luego de una muerte fulminante, del cuerpo de Lefferts se expandió el virus hacia la atmósfera, cubriendo todo el planeta y ocasionando una epidemia mortal en Genosha, al atacar a los llamados mutados, quienes, mejorados mediante cirugía genética, fueron particularmente vulnerables a la enfermedad al carecer de suficientes anticuerpos.