domingo, 27 de septiembre de 2020

QUID PRO QUO: Una locución latina mal empleada.

 Heme aquí nuevamente hablando de temas que involucran palabras en una “lengua muerta” que todo mundo sigue usando (cof cof lengua zombie?)…en fin.

Me refiero a las locuciones latinas. En pasadas publicaciones e incluso videos de nuestro amadísimo y no muy constante canal de YouTube he hablado de falacias lógicas (click aquí para ir ahí) las cuales generalmente emplean una denominación en latín.


En la segunda parte de falacias lógicas hice alusión a un capítulo de la serie sitcom “The Big Bang Theory” donde el personaje Sheldon Cooper se equivoca (lo cual se supone debería pasar sólo con fines de comedia y no de verdad [oopsi!]) mencionando la (no) falacia lógica “Reductio ad absurdum” la cual en realidad es una función en matemáticas y blablablaba click aquí para saber de lo que hablo.

En esta ocasión como seguí viendo la serie, aunque algunos amigos ñoños me dicen que ya no lo haga y otros que sí porque les divierte…la neta los personajes son gente como nosotros juejuejuejue…bueno, pues me valió pepino y la seguí viendo…

Y encontré otro error de este estilo que vale la pena aclarar porque como nuestros seguidores saben a mí me gusta que el mundo sepa cosas nuevas y si las sabe mal pues que se entere que esta equivocado y le eche mas ganas, pero bueno ¡YA!, a lo que venimos.

Sheldon se equivocó pero a la vez no, ya que es de esos casos donde, paradójicamente, el error es tomado como correcto por el colectivo. En el episodio 16 de la temporada 02 en el minuto 04:03 Sheldon menciona “…una situación Quid pro quo donde una parte brinda bienes o servicios a la otra parte en compensación por actos similares.”




Veamos el error.

QUID PRO QUO significa “quid en lugar de quo”, la sustitución de una cosa por otra, ESTO por ESTO OTRO. ​En el latín medieval, se escribía quiproquo.

Se refiere al hecho de utilizar el pronombre interrogativo/indefinido singular de género neutro Quid (en caso nominativo) en lugar de usar Quo (en caso ablativo). En palabras sencillas, un error gramatical.

Después se adaptó a la terminología para definir la situación donde se confunden conceptos o personas, generalmente en el teatro cómico. Situaciones como en la película “Juego de gemelas” donde mezclan a dos niñas idénticas y, bueno pues el caos aparece.

Y hay más, “Los iguales” de Podisipo, “La comedia de las equivocaciones” de William Shakespeare, algunas escenas de las gemelas Olsen, e incluso a mayor escala en chistes del anime de las quintillizas “Go-toubun no hanayome”, por citar algunos.

Lamentablemente con el tiempo en castellano comenzó a usarse de manera errada por influencia del inglés (que ni es lengua romance, pero bueno, ya saben……para que les explico) donde se utilizaba para mencionar un trato recíproco entre dos partes donde se intercambian bienes o favores (como ya lo dijo Sheldon) esperando una equivalencia de vuelta.

Es el típico “si me das te doy”, “dando y dando pajarito volando”, “toma y dame” o en inglés “this for that”.

La forma correcta de expresarlo es Do ut des. Esto se refieres a “doy para que des”.

Del mismo modo, era también el espíritu con el que se entendía la religión en Roma, los actos de carácter religioso eran en sí un do ut des dando las ofrendas a los dioses a cambio de la seguridad de recibir algo bueno a cambio o de no sufrir una desgracia.

En el siglo VI se usó como término jurídico en los contratos innominados: «Do ut des», «Do ut facias», «Facio ut des», o «Facio ut facias».




Esta expresión se mantiene en la actualidad, sobre todo con aplicación en el ámbito político, y su uso se reduce prácticamente al nivel culto de la lengua.




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