Cuando vez la televisión, internet o en los casinos nacionales, algo relacionado con el póker se te vende como un juego de habilidad o estrategia más que de suerte.
Una afirmación bastante errónea, creo yo, porque por mucha estrategia y habilidad si no te salen las cartas simplemente no avanzas en los torneos. Es más fácil ganar si muy seguido te salen pares, monos o suits que si siempre te salen 7-2.
El día de ayer tuve la suerte de ganar un torneo en Poker Stars, primer lugar sobre 8118 personas de Latinoamérica, y la verdad no fue porque tenía una gran estrategia o porque mis habilidades del juego sean muy buenas (aceptable en el ambiente de mis amigos); gané porque simplemente tuve más suerte que los otros.
En una mano, la decisiva por el poso que logre ganar, estaba en posición 4 con respecto al botón con un 3-3 de mano, es sabido que en internet no se juega por posición (tan es así que ni yo jugué con esa estrategia) así que decido ir All in, ya que muchos de los que seguían tenían un numero parecido de fichas y si iba menos lo más seguro es que pagarían todos.
Al final de la ronda de apuesta quedamos 4, los otros 3 eran brasileños con cartas bastante aceptables para pagar mi apuesta J-Q, J-K y un 10-10. El flopp ayuda a todos menos a mí J-Q-K y con 5% de ganar era casi imposible, dos de ellos tenían dos pares, el otro jugador posibilidad de corrida.
Llega el turn y sale un 5 que casi me elimina y con un 2% de posibilidad de ganar estoy a punto de cerrar la ventana. Llega el River y mi suerte cambia 3 de diamantes, logro la tercia y dejo afuera a los dos pares de mis contrincantes. Insultos en portugués, vítores de los argentinos y casi 800,000 ficha para mí.
El juego cambia para mí solo juego manos importantes y rápidamente gano el torneo. Pero si ese 3 no me hubiera salido no estaría escribiéndolo ahorita.
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