jueves, 26 de septiembre de 2019

FEROMONAS - Los humanos somos sensibles a ellas?


¿Los humanos son sensibles a las feromonas?, ¿Tienen efecto sobre nuestro comportamiento? Este tema es bastante divisivo entre investigadores, no por ser particularmente controversial, si no porque, según el investigador, existe bastante evidencia tanto a favor como en contra de los efectos de estos compuestos químicos que llamamos “feromonas” … pero primero tenemos que preguntarnos, ¿que son las feromonas? ¿siquiera las producimos, o solo asumimos que así es por nuestros antecedentes evolutivos? 





Se han visto en algunos estudios que las hormonas; androstenona, androstenol y androstenodiona, además de tener funciones endocrinas (es decir, sirven para regular funciones fisiológicas dentro del cuerpo humano), se eliminan en cantidades minúsculas en secreciones humanas como, saliva, orina, sudor, encontrándose concentrado principalmente en el sudor axilar.




Retrocediendo un poco, es importante mencionar que estos compuestos tienen funciones endocrinas, particularmente estas hormonas tienen un papel decisivo en la diferenciación sexual, por lo que es fácil INFERIR una conexión entre su función dentro del individuo, como un posible papel reproductivo, fuera de este.










Y repito, es solo una inferencia, ya que la evidencia de varios otros estudios, ha demostrado que muchas personas ni siquiera pueden reconocer estos compuestos si se les aísla, lo que usualmente reconocemos como el “olor de una persona”, proviene mayormente del contenido de ácidos grasos que se encuentran en el sudor y que obtiene su característico aroma desagradable cuando es metabolizado por las bacterias que coloniza nuestra piel.









Además, mucha de la evidencia que apoya la existencia de feromonas, se basa en estudios realizados en cerdos, por lo que quizás no podamos aplicar las mismas afirmaciones y resultados de estas investigaciones a humanos.

Hasta ahora, solo podemos concluir que los humanos si eliminan sustancias relacionadas a la diferenciación sexual, pero, aun no se ha encontrado una verdadera relación entre estos compuestos y algún cambio en el comportamiento de las personas.

¿Y qué hay de la sincronización de menstruaciones?

Probablemente has leído factoides en redes sociales o revistas que cuando un grupo de mujeres viven juntas durante cierto tiempo, usualmente meses, sus ciclos menstruales se sincronizan…esto…podría no ser cierto, una explicación lógica de esto podría ser la variación de ciclo menstrual de cada persona, esto produce que las mujeres con un ciclo mas frecuente que otras coincidan con otras cuyo ciclo es mas largo o irregular, si se miden estos ciclos, y se utilizan ciertas herramientas estadísticas, podrían en ciertas circunstancias arrojar una correlación entre esta supuesta sincronización de periodos, además de esta probable explicación estadística, tampoco se ha podido aislar el agente que produce este fenómeno, por lo que no se puede afirmar que este fenómeno es producidos por hormonas o feromonas.





Ahora, debemos cambiar nuestro enfoque, quizás solo no se ha aislado LA feromona o feromona que produzca el cambio en el comportamiento de las personas, pero, ¿y si encontramos un probable receptor de receptor?

En teoría este podría ser el órgano vomeronasal, un órgano constante en incontables especies animales y cuya función ha sido ampliamente estudiada y si, su función es básicamente dar una señal entre individuos de una especie que se pueden aparear. 



Sorprendentemente, también se han encontrado remanentes de este órgano en humanos, peeeeero antes de que pienses “oh vaya pues esto ya está resuelto, empaquen todo nos vamos de aquí”, dije “remanentes”, es decir vestigios, ya que este órgano solo tiene funciones durante el desarrollo embrionario y fetal del humano, y solamente como guía para la formación de algunas estructuras olfatorias, posterior al nacimiento no conserva ninguna función.





Antes de que te vayas pensando” está bien no existen”, durante nuestra investigación también encontramos un artículo reciente que nos menciona otro probable receptor, el epitelio olfatorio principal, que es el nombre elegante llamar al tejido con el que olemos.

En este estudio se tomaron a un grupo de 4890, divididas en 2 grupos, uno de pacientes jóvenes, con edades entre 18 a 49 años, y otro con personas de 54 a 69.

En este estudio, buscaron encontrar una relación entre el numero de parejas de las personas y la duración de sus relaciones, incluyendo relaciones casuales de una noche, con la presencia de 2 genes, uno siendo el gen OR7D4 y otro gen llamado VN1R1, que están relacionados con el desarrollo del epitelio olfatorio principal, mientras que no se encontró ninguna relación con el gen OR7D4, se vio una importante relación entre las mujeres y el gen VN1R1, los resultados mostraron que las mujeres que expresan el alelo D de este gen, eran las que reportaban un promedio de duración de sus relaciones mas corto, además, esta relación se encontró en las mujeres de ambos grupos, es decir, el mismo fenómeno se dio entre jóvenes y mujeres mayores…









Entonces, ¿Qué podemos concluir de toda esta información?, con la información que encontramos, solo podemos pensar en que quizás solo ALGUNAS personas son sensibles a las feromonas que PROBABLEMENTE producimos, y hago énfasis en probablemente, ya que quizás solo son sensibles a ciertos compuestos que no funcionan como las feromonas que conocemos de los animales, sino que solo reconocen algunos compuestos simples como la concentración de ácidos grasos en el sudor, entre otras sustancias encontradas en nuestras excreciones y quizás no producimos feromonas como tal.

Así que, en resumen, ¿la respuesta a si los humanos somos sensibles a las feromonas es… quizás?

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